La Red de Investigadores del Banco Central (REDIBACEN) presentó la conferencia “Perspectivas para Latinoamérica y el Caribe: Administrando transiciones y riesgos”, realizada por el Dr. Mario Garza, Representante Regional para Centroamérica, Panamá y República Dominicana del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Dentro del mismo se presentaron las tendencias y perspectivas sobre la economía global, especificando por regiones y países. El FMI afirmó que el crecimiento global sigue siendo moderado y desigual. Existe un crecimiento sólido en Estados Unidos, donde el consumo se determina como el motor de crecimiento, que posee riesgos a la baja para la inversión petrolera y manufacturera. Además, la política monetaria sigue apoyando el crecimiento con un ritmo más lento de normalización monetaria.
Por su parte, Latinoamérica experimenta una recesión regional, aunque los resultados de crecimiento son diversos según subregiones o países y las perspectivas de crecimiento de mediano plazo son más débiles. Esto se debe a las condiciones externas frágiles: en el caso de las exportaciones, a pesar del crecimiento favorable de Estados Unidos se evidencia un freno por el lado de las materias precios; el efecto acumulado de los términos de intercambio es notable en algunos países; y las condiciones financieras y flujos de capitales volátiles.
En el caso de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, presentan crecimiento estable con menor desequilibrio externo e inflación. Además, se han beneficiado de mejores términos de intercambio lo cual puede ser usado para crear amortiguadores. En el caso específico de El Salvador, las perspectivas son estables pero aún con niveles de crecimiento inferiores a los de la región. Los altos niveles de deuda pública arriesgan los objetivos de desarrollo. Brasil, por su parte, se encuentra experimentando una de las recesiones más profundas de su historia, en cambio, en Argentina está tomando lugar una importante transición, mejorando las previsiones en el corto plazo.
En la presentación, el Sr. Garza afirmó que los riesgos están inclinados a la baja. Entre ellos pueden mencionarse: el crecimiento de China más lento de lo esperado y los precios de las materias primas más bajos; un mayor deterioro de la situación de Brasil, como ya se había mencionado; un colapso en Venezuela; vulnerabilidades más altas en el sector corporativo y menor inversión.
Además, se mencionaron otros aspectos importantes presentes en la región: la política fiscal expansionista en respuesta a la crisis financiera global e ingresos más bajos, conducidos por el debilitamiento del precio de las materias primas. En general, el espacio fiscal está limitado para muchos países latinoamericanos. Se presentan disyuntivas de política monetaria para algunos, grandes y persistentes depreciaciones junto con una demanda interna débil. También, la deuda en bonos de las empresas es mayor en moneda extranjera, se encuentra concentrada y parcialmente controlada por cuasi soberanos; y el traspaso del tipo de cambio ha caído.
Se afirmó que a pesar de las mejoras, los niveles de infraestructura en Latinoamérica están por debajo el que está implícito para los niveles de desarrollo para algunos países de la región. Las brechas de infraestructura resaltan problemas de competitividad.
A manera de conclusión, se mencionó que la flexibilidad del tipo de cambio sigue siendo crítica, la prioridad es reconstruir y preservar amortiguadores fiscales. Dadas las previsiones de crecimiento más débil y alta inflación, la política monetaria puede continuar siendo propicia al crecimiento mientras las expectativas permanezcan ancladas y la comunicación efectiva es la clave. Por otra parte, las reformas estructurales y el cierre de brechas de infraestructura son imperativos para tratar el crecimiento potencial en declive.