CONFERENCIAS 2015

Conferencia "¿Cómo repensar el desarrollo productivo? Políticas e instituciones sólidas para la Transformación Económica"

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La Red de Investigadores del Banco Central de Reserva (REDIBACEN), organizó la conferencia denominada “¿Cómo repensar el desarrollo productivo? Políticas e instituciones sólidas para la Transformación Económica”, expuesta por Dr. Ernesto Stein, Asesor Senior del Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

América Latina y el Caribe representan alrededor del 8,5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y un porcentaje similar al de la población del planeta. En las últimas tres décadas la región ha crecido, ha logrado reducir la pobreza y ha sido capaz de elevar el ingreso de sus ciudadanos hasta los US$13.000 ajustados según la paridad del poder adquisitivo (PPA). No obstante, no ha logrado cerrar la brecha de bienestar que le separa de los países más desarrollados. Se ha identificado el insuficiente crecimiento de la productividad de America Latina y el Caribe como la principal causa de este rezago relativo.
 
Por lo tanto, crear condiciones para mejorar las tasas de crecimiento de la productividad es un objetivo central de la estrategia de desarrollo sostenible de la región. No existe una receta única para asegurar el cumplimiento de esta meta. Además, se establece la reducción de la informalidad de los mercados laborales como una prioridad para la mejora de la productividad y el crecimiento sostenible a largo plazo.
 
Por ello, el objetivo del libro es reorientar el enfoque de políticas de desarrollo productivo en América Latina y el Caribe, tanto en términos de diseño de política, como de capacidades institucionales para llevarlas a cabo, apoyándose en los mejores datos disponibles y en una metodología común. El estudio presenta una perspectiva complementaria de las que hasta ahora se ha venido utilizando para abordar la transformación productiva de las economías de América Latina y el Caribe.
 
Las políticas de desarrollo productivo tienen como  ámbito la totalidad de la economía y no la industrialización acelerada; su énfasis es la competitividad y la integración en las cadenas globales de valor y no la sustitución de importaciones, y sus instrumentos de intervención no son las empresas públicas o los subsidios en sectores declinantes o a empresas de bajo potencial competitivo, sino las políticas de innovación, de mejora del capital humano, de facilitación del emprendimiento y de los clusters, de internacionalización y, muy especialmente, una activa colaboración pública y privada.
 
En el estudio se analizan los efectos directos e indirectos de algunas experiencias de políticas de transformación productiva que recientemente se han desarrollado dentro y fuera de la región. Por otra parte, se realiza la diferenciación aquellas políticas de desarrollo productivo que tienen una aplicación en determinados sectores o empresas (políticas verticales) de aquellas políticas horizontales, que potencialmente afectan a la totalidad de la economía.
 
Las lecciones que cabe aprender, de acuerdo al estudio, son: La primera, que el hecho de no contar con un bien, servicio o factor crítico para el desarrollo no implica necesariamente que haya que intervenir o crear una política productiva. Lo que hace necesarias las políticas de desarrollo productivo es la existencia a las fallas de mercado, estática o dinámica. La segunda lección a resaltar es que la solución de esa falla de mercado debe ser la elección de la política más adecuada en términos de eficiencia, costo, riesgo y simplicidad.
 
La tercera, es que si no se cuenta con la institución o las instituciones adecuadas para desarrollar la política productiva, es preferible invertir antes en la creación de esa institución que esforzarse en aplicar la política correcta con las instituciones inadecuadas. La cuarta lección es que las políticas que suponen intervención en los mercados se exponen a más riesgos que las que se limitan a producir insumos públicos. Y las políticas que suponen intervenciones verticales plantean también escenarios más complejos que las políticas horizontales de las que no se excluye a ningún sector o agente.
 
Por último, más que buscar las mejores prácticas lo que hay que hacer es elegir las políticas que efectivamente encajen en las capacidades institucionales de la economía.