La Red de Investigadores del Banco Central de Reserva (BCR) presentó los resultados de la investigación titulada “El bono demográfico y crecimiento económico en El Salvador: Un comparativo con Centroamérica” a cargo de Nelly García, Senior del Departamento de Investigación Económica y Financiera del Banco Central de Reserva (BCR).
Una condición fundamental para alcanzar el crecimiento económico de un país es que tenga la capacidad de generar empleo productivo e inclusivo. Por ello, es importante conocer las condiciones de la población tanto actual como futura, a través del análisis del bono demográfico, ya que esto permitirá aprovechar las oportunidades en el mediano y largo plazo.
El bono demográfico se define como los cambios en la estructura poblacional que crean una oportunidad favorable para aumentar las tasas de crecimiento económico. En dicho período hay un aumento en el tamaño relativo de la fuerza laboral, es decir, hay mayor cantidad de población joven en edad produtiva, por lo que hay más personas que trabajan y producen bienes y servicios, impactando positivamente la economía de los países.
La investigación revela que en El Salvador la población ha sufrido una transformación si se realiza una comparación entre la década de los 50 y los 90, puesto que la población de 0 a 14 años (dependiente) disminuyó, mientras que la población en edad productiva (15 a 64 años) y la poblacion de la tercera edad (65 años y más) aumentó.
En 2020, la mayor parte de la población se encuentra en edad productiva ya que el 65.4% está constituido por las personas de 15 a 64 años, mientras que la población de 0 a 14 años representa el 25.7% y las personas de la tercera edad (65 años y más), el 8.8%. De acuerdo con las proyecciones que se presentan en la investigación, para 2030 la población en edad productiva aumentará 1.3 puntos porcentuales (p.p.) hasta llegar a representar el 66.7%, mientras que para 2050 disminuirá a 66.2%; en tanto, la población de 0 a 14 años disminuirá a 22.4% en 2030 y aún más para 2050 llegando a representar el 17.6%. Por su parte, la población de la tercera edad aumentará en 2030 llegando a 10.9%, con un incremento significativo para 2050 donde alcanzará el 16.1% de la población total.
La investigación también analiza la tasa de dependencia económica, es decir, la carga económica de la población dependiente (niños) frente a la población en edad activa. La evidencia refleja que hasta los años 70, El Salvador tuvo tasas altas de dependencia (80-90%), pero dicha carga económica ha ido disminuyendo con el tiempo ya que para 2020 la tasa de dependencia economica total es de 52.9%. La tasa de la población menor de 15 años ha disminuido a lo largo de los años analizados, ya que los niños han transitado hacia la edad productiva: para 2020 fue de 39.3% y se espera que disminuya aún más para 2050 a 24.4%. No obstante, es importante destacar que la población mayor de 64 años tiene una tasa de dependencia de 13.5% en 2020 y se proyecta un aumento a niveles del 24.4% en 2050, por lo cual es importante tomar medidas de política pública que tomen en cuenta que en el futuro se deberá destinar una mayor cantidad de recursos a este segmento de la población.
La investigación muestra la transición del mercado laboral en El Salvador debido a la tercerización de la economía, puesto que en 1990, el 42% de los ocupados laboraba en el sector servicios, un porcentaje que incrementó a 61.5% en 2020. Debido a que el país posee en su mayoría población en edad activa y a que ésta aumentará en las próximas décadas, es fundamental implementar medidas de política pública que resuelvan los niveles de subempleo (33.8% en 2020) y de informalidad (47.2% en 2020) que afectarán a dicha población.
Por último, el estudio presenta los resultados del modelo de contabilidad del crecimiento bajo un enfoque demográfico-laboral, con el cual analiza el crecimiento del PIB per cápita por décadas desde los años 60, descomponiendolo en 3 factores: productividad total, ratio de población economicamente activa entre población en edad de trabajar (PEA/PET) y el ratio de población en edad de trabajar entre población total (PET/PT). Los resultados indican que en la década de 1960-1969, el factor que más potenciaba el crecimiento era la productividad total con 2.8%; en cambio para la década de 2010-2019, la productividad continúa aportando 2.0% pero también el ratio PEA/PET aporta 2.4% al crecimiento del país. La investigación realiza una comparación de los datos de El Salvador con los países centroamericanos.
A manera de conclusión El Salvador cuenta con un bono demográfico que inició en 2011 y se prolongará hasta 2035, lo cual representa un gran reto en términos del diseño y ejecución de políticas públicas encaminadas a aprovechar este potencial en términos de creación de empleos y de planificación para la etapa de aumento de la población de la tercera edad. Se deben realizar inversiones en educación, empleos y salud para la población, en especial para la que se encuentra en edad productiva. Además, se debe apostar a aumentar la productividad de los trabajadores, pues los resultados del modelo muestran que la productividad por trabajador es el elemento que más aporta al crecimiento del PIB per cápita en El Salvador.