La Red de Investigadores del Banco Central de Reserva (REDIBACEN) realizó la conferencia “Hechos estilizados sobre la calidad de la educación en América Latina”, que estuvo a cargo del Lic. Luis René Cáceres, Consultor e Investigador económico.
En los últimos años se ha dedicado una gran atención al papel de la calidad de la educación en el crecimiento económico. Este interés se deriva de la evidencia de que la variable de mayor importancia en la determinación del crecimiento económico es el nivel de conocimientos adquiridos por los estudiantes, representado por los resultados en pruebas internacionales; es decir, se demuestra que lo que importa son las destrezas que los alumnos adquieren en la escuela, o sea que la importancia reside en la calidad de educación.
Los países latinoamericanos obtienen algunos de los puntajes más bajos en las pruebas internacionales de conocimientos, como el Programme International Student Assessment, PISA, y TIMSS. El bajo desempeño económico de la región con relación a otros países, los asiáticos principalmente, se debe a las deficiencias de calidad de sus sistemas educativos, lo cual adquiere relevancia especial al tomar en cuenta la evidencia de que la calidad de la educación es el medio que permite a un país la adquisición de tecnologías. El Salvador no es la excepción de la región y presenta problemas en cuanto a educación: tasa de deserción alta, matrículas bajas en educación secundaria y terciaria, disparidades urbano-rural y el principal problema que es la baja calidad de la educación.
El estudio del Dr. Cáceres investiga los determinantes de la calidad de la educación en América Latina, por medio del análisis econométrico de distintas variables y su relación con la calidad. El estudio toma como variable de la calidad de educación los puntajes del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE), ya que afirma que explican el comportamiento de muchas variables económicas y sociales de los países latinoamericanos.
El TERCE evaluó el desempeño escolar en tercer y sexto grado de escuela primaria en las áreas de Matemática, Lenguaje (lectura y escritura) y, para sexto grado el área de Ciencias Naturales. Su objetivo principal fue aportar información para el debate sobre la calidad de la educación en la región así como orientar la toma de decisiones en políticas públicas educativas.
Los resultados econométricos de la investigación del Dr. Cáceres afirman que la calidad de la educación reduce el auto empleo, y por tanto el crimen. En cuanto a las remesas, se afirma que las mismas representan baja calidad de la educación. Además, la calidad de la educación reduce la pobreza, por lo que es un motor de desarrollo para los países; y por otra parte, incrementa la esperanza de vida al nacer.
La investigación afirma que el crecimiento de la productividad laboral de El Salvador ha caído como consecuencia de la extrema apertura. Los cálculos demuestran que la productividad laboral aumenta con la calidad de la educación. Por otra parte, el Dr. Cáceres afirma que en El Salvador tasas de ahorro nacional y de inversión total muestran tendencias declinantes, los altos déficit en cuenta comercial reducen el ahorro nacional y este a su vez el dinamismo económico; cabe destacar que la calidad de la educación contribuye a incrementar la inversión y el ahorro nacional.
Además, el estudio afirma que la calidad educación reduce presión por endeudamiento de un país y que a medida que aumenta el gasto en educación también lo hacen las reservas internacionales per cápita. Por último, la calidad de la educación puede contrarrestar hecho que tipo de cambio del dólar “salvadoreño” con relación al dólar de los EE UU se ha apreciado.
El autor afirma que los países centroamericanos deben unir esfuerzos para trabajar por mejorar la calidad de la educación. Las implicaciones para la integración centroamericana son: la calidad de la educación de un país centroamericano ejerce impactos de desparrame sobre los otros países de la subregión.
En conclusión, la calidad de la educación puede ser un medio importante para contrarrestar la caída de la productividad laboral y mejorar sustancialmente la economía y sociedad salvadoreña. Se requiere alcanzar consenso en relación a la calidad de educación y darle la máxima prioridad, ya que el costo de no hacerlo representa mayores niveles de violencia y estancamiento económico.